sábado, 22 de mayo de 2010

el siervo de la justicia

Se puso frente a mí

En el espejo,

Le dije:

Como es que vos, sombra del destino

Como es que vos

Osáis acercarte a mí ahora,

Justo ahora,

Que puedo sentir,

Porque ahora

Justo ahora, que regrese,

De ese lugar en el que estuve,

Que era frio

Que era oscuro

Sin gota alguna de luz,

En el que me enfrente

Una y otra vez

A la malvada soledad.

Pues ahora

Te ruego, te suplico

Por ella,

Porque no te la lleves,

porque al yo saber

como es ese lúgubre lugar,

ahora se, que su frágil espíritu

seria destrozada

por una manada de buitres

hambrientos de un blanca alma,

blanca como el lienzo

donde pintan

los mas bellos paisajes.

solo dime, no crees tu

que ya sufri suficiente,

que ya purifique

hasta la gota ultima

de cada parte de mi ser

cuando regrese a ti mi alma.

Entonces me vio fijamente

 y me dijo,

No, no lo creo.

Entonces no me queda mas,

Solo pedirte

que me lleves en vez de ella,

porque acaso, podría yo soportar,

ver que se quiebre

la mas mínima parte de su ser.

Entonces me susurro al oído

Suavemente, como entre amantes

se susurran un te amo,

No, no lo soportarías,

Pero aun así, lo hare.

lo peor,

Es, Que solo te acercas

En el silencio,

Y me despojas

De mi primer amor.

Tú justicia,

Porque eres injusta,

O es que acaso, Dime,

Destruirás cada parte de tu siervo,

Este siervo que ha pensado

En ti, siempre,

Que solo busca, que tu estéis presente

En cada momento de la vida,

Que estéis en cada ser,

Y que cada ser este en vos.

Contestando me dijo,

Pues bien Sabéis vos,

Que anque duela

Es mi palabra,

Y mi palabra es justica,

No os olvidéis

Que vos habéis prometido

Con sangre que me seguirías,

Pues os digo que vos,

No podrás hacer nada más,

que ver,

cuando la arrebato de tus brazos

y me la llevo lejos de tu presencia,

porque ella no es para ti.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario